Aurora Luque.
Azuloscuro
No sé si te parece paradoja pero quizá no mienta si
declaro
la inmensa inteligencia del deseo:
las lentas odiseas por tu cuerpo
en el sabio navío de la búsqueda
en todos los senderos tan exacto,
propicio a saturar, con islas encendidas,
las nostalgias antiguas.
Azuloscuro y sabio es el deseo,
lira que desde lejos obligase a la danza,
a componer un himno de latidos:
la sola inteligencia de vivir
en deseo perpetuo de naufragio.
LA DECONSTRUCCIÓN O EL AMOR
Amar es destruir: es construir
el hueco del no-amor,
amueblar con milagros la pira trabajosa
echando al fuego lenguas, carne de ojos vencidos,
piel jubilosa, dulce, nucas saladas, hombros temblorosos,
incinerar silencios y comprobar la altísima
calidad combustible del lenguaje.
Hay estadios del cuerpo al cuerpo a cuerpo
que no alcanzaron nombre en el origen.
Y quién inventa hoy
vocablos para el quicio
fragante de una piel, nombres para los grados de tersura,
acidez o tibieza de un abrazo, quién justificaría
las palabras-tatuaje, las palabras tenaces como un
piercing,
las palabras anfibias e ilegítimas.
El poeta ha dejado junto a cada palabra
lo que cada palabra le pidiera al oído:
derramarse indecible en otro cuerpo
o estallar en un verso como válvula.
El poeta, desnudo,
cuelga una percha en un árbol perdido
y las palabras van
al poema a vestirse.
Hola amigo me alegro verte por mi blog, gracias por acordarte siempre un fuerte abrazo desde mi brillo del mar, espero que estés bien
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